Breve “Historia de bolsillo” del movimiento punk
Ya es la tercera vez que me siento en la puta PC (siglas que, en tiem-pos-modernos, desplazaron al viejo Partido Comunista por la famosa Personal Computer) y no logro resumir, en tres o cuatro párrafos, ni siquiera el comienzo del proceso que engendró al nacimiento del punk. Si, si, ¡ya se! La mayoría de ustedes lee esto acompañados de un café, o mientras se esconden de su jefe en el laburo o en un ciber, donde los centavos aumentan minuto a minuto y uno tiene el relojito, que marca el monto a pagar, que crece y crece, y realmente no tienen tiempo de leer uno de esos artículos de veintisiete paginas; pero créanme esta es un historia que merece ser contada con algunos detalles. Dicho esto me tomo el atrevimiento de seccionar esta nota en 4 dosis. Comencemos por el comienzo.
Los 70`s – Jaque al Rey-no
Si bien podemos entrar en la vana discusión de “los pistols o los ramones”, creo mucho más importante destacar las implicancias que tuvo este movimiento, no en lo musical, sino en lo social y cultural. Y en este sentido vale aclarar, aunque le duela a los ramoneros, que tuvieron mucho más para aportar (o al menos su aporte fue más interesante) los británicos “Sex Pistols”, encabezados principalmente por su cantante, “Johnny Rotten”. Los invito, a quienes deseen conocer más sobre esta excelente banda, a ver “The Filth and the Fury”, excelente documental dirigido por Julian Temple que sintetiza la fugaz vida de la banda. Digo fugaz porque la banda solo duró 3 años (1975-1978) y tan solo consiguieron lanzar un único LP (Never mind the Bollocks).
Con los Sex Pistols y The Clash como punta de lanza, los jóvenes punks de Inglaterra, lograron poner en jaque a la sociedad de su época a tal punto, que hasta fueron declarados enemigos públicos Nº1 del Reino Unido. “God save the queen. Her fascist regime, it made you a moron, a potential H bomb” (Dios salve a la reina, su régimen fascista te convirtió en un imbécil, en una bomba H en potencia) profesaba la única canción que logró el Nº 1 en los charts, pero nunca se le reconoció debido a que fue censurada. Sin dudas su arrogancia, su interés por destruir el status quo, su verborragia, su desinterés por los valores morales de “la gente bien” y tantas otras cosas más, los convertía en un enemigo de temer; incluso para algunos, aun más que el comunismo.
A pesar de que comúnmente se asociaba los punks con el anarquismo como ideología, todavía en esta época, su relación era más cercana tan solo en lo metodológico. El “Do It Yourself” (hazlo tu mismo) era su manera de llevar a la práctica lo que pregonaban. Si nadie te da una mano, hacelo por tu cuenta. A partir de la autogestión y organización, hacían sus propias tapas para los discos de sus bandas, confeccionaban revistas (llamadas fanzines) en fotocopias e, incluso, su propia ropa.
Los valores estéticos de la época fueron trastocados violentamente. Crestas, piercings y tatuajes, camperas de cuero y sacos rotos, alfileres de gancho y tachas, jeans gastados y pantalones de vestir con agujeros, zapatillas de lona y zapatos; eran algunos de los atuendos que combinaban de diferentes maneras los jóvenes punks en su look. Posiblemente hoy esto no sorprenda a nadie, pero si lo hizo en la Inglaterra de los años 70 que, mientras veía profanada su histórica tradición de orden y progreso, se disponía a recibir de brazos abiertos, y abrazar fuertemente, al neoliberalismo de Margaret Tatcher. Posiblemente merezca un párrafo aparte la relación entre este suceso y el hecho que muchos de los punks vivían bajo el amparo del estado de bienestar, gracias a los seguros de desempleo.
Si bien esta es la manera en la que resumidamente podemos contar como nació este movimiento. Esta es tan solo la primer parte de la historia de un movimiento que constantemente se resignifica y que reaparece, cada tanto, como el viento patagónico: en fugaces y violentas ráfagas.
Ya es la tercera vez que me siento en la puta PC (siglas que, en tiem-pos-modernos, desplazaron al viejo Partido Comunista por la famosa Personal Computer) y no logro resumir, en tres o cuatro párrafos, ni siquiera el comienzo del proceso que engendró al nacimiento del punk. Si, si, ¡ya se! La mayoría de ustedes lee esto acompañados de un café, o mientras se esconden de su jefe en el laburo o en un ciber, donde los centavos aumentan minuto a minuto y uno tiene el relojito, que marca el monto a pagar, que crece y crece, y realmente no tienen tiempo de leer uno de esos artículos de veintisiete paginas; pero créanme esta es un historia que merece ser contada con algunos detalles. Dicho esto me tomo el atrevimiento de seccionar esta nota en 4 dosis. Comencemos por el comienzo.
Los 70`s – Jaque al Rey-no
Si bien podemos entrar en la vana discusión de “los pistols o los ramones”, creo mucho más importante destacar las implicancias que tuvo este movimiento, no en lo musical, sino en lo social y cultural. Y en este sentido vale aclarar, aunque le duela a los ramoneros, que tuvieron mucho más para aportar (o al menos su aporte fue más interesante) los británicos “Sex Pistols”, encabezados principalmente por su cantante, “Johnny Rotten”. Los invito, a quienes deseen conocer más sobre esta excelente banda, a ver “The Filth and the Fury”, excelente documental dirigido por Julian Temple que sintetiza la fugaz vida de la banda. Digo fugaz porque la banda solo duró 3 años (1975-1978) y tan solo consiguieron lanzar un único LP (Never mind the Bollocks).
Con los Sex Pistols y The Clash como punta de lanza, los jóvenes punks de Inglaterra, lograron poner en jaque a la sociedad de su época a tal punto, que hasta fueron declarados enemigos públicos Nº1 del Reino Unido. “God save the queen. Her fascist regime, it made you a moron, a potential H bomb” (Dios salve a la reina, su régimen fascista te convirtió en un imbécil, en una bomba H en potencia) profesaba la única canción que logró el Nº 1 en los charts, pero nunca se le reconoció debido a que fue censurada. Sin dudas su arrogancia, su interés por destruir el status quo, su verborragia, su desinterés por los valores morales de “la gente bien” y tantas otras cosas más, los convertía en un enemigo de temer; incluso para algunos, aun más que el comunismo.
A pesar de que comúnmente se asociaba los punks con el anarquismo como ideología, todavía en esta época, su relación era más cercana tan solo en lo metodológico. El “Do It Yourself” (hazlo tu mismo) era su manera de llevar a la práctica lo que pregonaban. Si nadie te da una mano, hacelo por tu cuenta. A partir de la autogestión y organización, hacían sus propias tapas para los discos de sus bandas, confeccionaban revistas (llamadas fanzines) en fotocopias e, incluso, su propia ropa.
Los valores estéticos de la época fueron trastocados violentamente. Crestas, piercings y tatuajes, camperas de cuero y sacos rotos, alfileres de gancho y tachas, jeans gastados y pantalones de vestir con agujeros, zapatillas de lona y zapatos; eran algunos de los atuendos que combinaban de diferentes maneras los jóvenes punks en su look. Posiblemente hoy esto no sorprenda a nadie, pero si lo hizo en la Inglaterra de los años 70 que, mientras veía profanada su histórica tradición de orden y progreso, se disponía a recibir de brazos abiertos, y abrazar fuertemente, al neoliberalismo de Margaret Tatcher. Posiblemente merezca un párrafo aparte la relación entre este suceso y el hecho que muchos de los punks vivían bajo el amparo del estado de bienestar, gracias a los seguros de desempleo.
Si bien esta es la manera en la que resumidamente podemos contar como nació este movimiento. Esta es tan solo la primer parte de la historia de un movimiento que constantemente se resignifica y que reaparece, cada tanto, como el viento patagónico: en fugaces y violentas ráfagas.
Escrito por: LeeBonzo